martes, 12 de agosto de 2008

Alma de guerrera


En ocasiones la vida te coloca en lugares en que no sabes muy bien si seguir adelante o mantenerte quieta, como si el suelo fuera resbaladizo y todo movimiento puede hacerte caer. Como estar en medio de un monolito rodeado de acantilados. Me estoy quieta, sin embargo mis alas quieren abrirse y volar.


Ahora me siento así, atrapada en medio de acantilados. Mi deseo de volar me oprime el corazón y al mismo tiempo estoy cansada de aleteos.


Bebo de mis propias lágrimas y me alimento de recuerdos.Cansada de sujetar tristezas ajenas, descanso entre los brazos de los valientes, de quienes un cáncer no les hace desfallecer y siguen sonriendo a la vida como caballeros con espada al cielo.


Nada en mi vida me ha sido regalado, todo me ha costado alguna que otra cicatriz que irremediablemente en ocasiones sangran. Acostumbrada a lamerme las heridas en mi soledad, como una guerrera después de una batalla levanto mi cabeza y sigo caminando al encuentro de la vida. Vivirla es luchar, y estoy preparada para ello.


Como todo guerrero, necesito un oasis donde resguardarme y afilar de nuevo mi alma. Así que, aunque ahora mi vuelo solo es rasante, de rama en rama, seguiré arriesgandome en cada vuelo. Seguiré mirando la vida con ojos de guerrera, seguiré caminando con paso firme, seguiré como la Reina de Corazones regalando abrazos a quienes sin miedo se juegan el alma en cada batalla.


Si te acercas a mí, hazlo armado de tu alma, y con el corazón como escudo, sin lamentos, sin miedos, dispuesto a luchar. Si temes, olvídame. Yo solo camino junto a otros guerreros.

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